Hablar de Jose Florio, es hablar de goles, de velocidad, de oportunismo. Goleador nato, "Pepe" ingresó al club en 1946. Con 17 años, debutó en la primera granate en reemplazo de Juan Manuel Romay, otro artillero histórico del club.
En 1949 intervino en dos de los cuatro polémicos partidos por el descenso frente a Huracan. En 1950, fue una de las armas fundamentales del equipo granate en la conquista de su primer título oficial del profesionalismo, el Campeonato de Primera B. Pero todavía no había llegado a su techo.
Ya en 1951, con Lanús otra vez entre los grandes, Florio conquistaría 21 goles en 12 partidos, lo que ayudó a que el equipo obtuviera la primera rueda del torneo (algo inédito en esa época, de un club que venía del ascenso). La racha goleadora cesó en la primera rueda, cuando el jugador fue vendido al Torino, en mas de 1.000.000 de pesos, todo un récord para esos tiempos. Su performance con la granate italiana no fue de la mejor, debido a que el "Pepe" no se pudo adaptar a la vida europea. Sus lazos familiares fueron mas fuertes, y regresó al país en 1953.
En 1954 se produjo su regreso a Lanús, a préstamo, ya que su pase pertenecía a San Lorenzo de Almagro, club encargado de repatriarlo un año antes. Jugó un año en el club, y en 1955 debió volver al club de Boedo. Su carrera finalizó en 1960, participando en un equipo de la Liga de 9 de Julio (provincia de Buenos Aires). Ya para esa época, el "Pepe" había dejado escrita una buena parte de la historia granate.