Hablar de Manolo Silva, es hablar de una epoca hermosa de la historia Granate, escrita en base a buen juego, ese que caracterizó historicamente al Club Atletico Lanús.
Angel Manuel Silva, arriba al Grana en 1964, proveniente de la Reserva de Chacarita Juniors. Ese año, se encontraría por primera vez dentro de una cancha, junto con Bernardo Acosta, y darían comienzo a una dupla que se instaló en la memoria de los fanáticos del fútbol: Los Albañiles. Las paredes que tiraban estos dos proceres de la historia Granate, sumados al ingenio de De Mario, llevaron a Lanús a obtener su segundo campeonato en la era profesional: el torneo de Primera B de 1964.
Ya en la Primera División, Manolo le presentó a la platea grande del futbol, toda su gama de sutilezas, que llevaban a los hinchas Granates a idolatrarlo cada vez mas.
Manolo fue partícipe de la excelente campaña de Lanús en el Metro de 1968, y siguió empalagando de buen fútbol a los Granates, hasta 1970, cuando fue transferido a Newell´s Old Boys. En el equipo rosarino, se desempeñó de buena manera hasta 1974. En 1975 tuvo un fugaz paso por Banfield, para retornar a Lanús, en 1976, donde se despidió del fútbol.
La generación de granates que lo vieron, lo idolatran. Lo simpatizantes de los otros equipos, lo respetan. Manolo Silva, un símbolo del buen fútbol y un pedazo de historia Granate.
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