Cuando corría el año 1991, y Lanùs regresaba al Nacional B despues de la experiencia en Primera A, luego de trece años sin jugar en la máxima categoría, todos los granates estábamos ilusionados en formar un gran equipo para retornar lo antes posible. Y con la llegada de grandes jugadores, tambien se produjo la de Miguel Angel Gambier.
El pampa ya en su debut, nos deleitó con una perla frente a Deportivo Morón y en el estadio del gallito, donde el se inició futbolísticamente. Sus conquistas prosiguieron, y su romance con la hinchada granate crecía cada vez mas. Goles como los hechos a Banfield, Deportivo Italiano, o Central Córdoba de Rosario (este último una verdadera joya, casi sobre el final del torneo) difícilmente serán olvidados por los hinchas. Y sus veinticuatro goles en su primer temporada, ayudaron mucho al Grana a conseguir el título y la vuelta a Primera.
La relación en Primera no cambió, y el Pampa siguió marcando con la Granate. En los domingos, su socio fue Fernando Di Carlo, y junto a él, se encargaron de marcar goles inolvidables como aquella noche frente a River en Independiente que el Grana se impuso por tres a dos.
El pampa siguió una temporada mas en el club, y fue participe de la meritoria campaña del Apertura 93, donde Lanùs obtuvo el quinto puesto. Su último partido fue en la cancha de Estudiantes de La Plata y Lanùs, esa tarde cayó derrotado por dos a cero. Su despedida le abrió la puerta a otro grande, Ariel López, que en esa época recién se iniciaba. Pero desde ese dia, el Pampa Gambier, sigue vigente en el recuerdo y en el corazón de los hinchas granates.
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